Por la mirada de un hijo, por la mirada de un padre
“El hombre de acero”, de Juan Francisco Dasso. “El saco de Fred Astaire", de Malena Bernardi.
Un trabajo actoral deslumbrante. Un texto inteligente y sensible. Una dirección justa. Estoy hablando de “El hombre de acero”, con dramaturgia y dirección de Juan Francisco Dasso y la actuación de Marcos Montes.
La obra muestra a un hombre extremadamente racional que viene haciendo todo lo posible para conseguir la mirada de su hijo autista. La llegada de la adolescencia y el inevitable despertar sexual será la última chance de lograr empatía.
Lo que hace Marcos Montes es maravilloso. Un despliegue de sutilezas, humor, ternura, desesperación y dolor. Es una interpretación delicada que permite ver desde el gesto más simple todo un abanico de emociones. La conexión que el personaje no logra con su hijo la logra este actor con el público. Talento enorme frente a un tema muy difícil de tratar.
La calidad del texto de Dasso, quien también dirige, es fundamental para sostener una interpretación así. Después de trabajar durante varios años en discapacidad, con esta obra el autor se planteó indagar sobre los sentimientos de un padre y preguntarse hasta dónde puede llegar para recibir el afecto de su hijo. La estructura funciona de principio a fin y está muy lograda la manera en que se van definiendo los espacios y los personajes de la historia.
Quedé impactado y movilizado. La recomiendo mucho. La vi el sábado pasado en Espacio Callejón y ahora va a estar desde el 12 de abril los viernes a las 20.
“El hombre de acero” ganó el XII Premio Germán Rozenmacher de Nueva Dramaturgia y Marcos Montes el Premio Trinidad Guevara a la mejor actuación masculina en unipersonal 2022.
También vi “El saco de Fred Astaire”, de Malena Bernardi. Una propuesta muy particular, diferente. Desfachatez es la palabra que mejor la define.
Se trata de una comedia que va del absurdo al melodrama, con humor, un texto delirante y mucho ritmo tanto corporal como en el relato.
La historia transcurre en un pueblo chico. El intendente tiene una amante y una hija a la que la mujer cría en secreto y sola. La chica, muy rebelde, toma la decisión de llamar la atención de ese padre robándole un saco que para él es muy valioso y sobre todo es símbolo de masculinidad: el saco de Fred Astaire.
Quiero destacar un recurso escénico que me llamó la atención y funciona a la perfección. A Sulfita, la hija, la hacen dos actrices a la vez: Catalina de Urquiza y Eileen Rosner. Es el personaje más rebelde, inquieto y provocador de la historia y está muy bien sostenido por el trabajo físico de estas dos actrices, que por momentos se superponen y por otros se complementan. Nora Mercado y Pablo Kusnetzoff completan el elenco.
La obra obtuvo una mención en el concurso “Premio estímulo a la escritura” organizado por La Nación, Fundación PROA y Fundación Bunge y Born.
Las funciones son los domingos, a las 20.30, en Teatro El Crisol.
Ya van 16 obras desde que empecé el proyecto de intentar ver la mayor cantidad de teatro posible. Y acaba de empezar abril, que trae una catarata de estrenos. Les iré contando.