No se puede amar sin decir te amo
“Quiero decir te amo”, de Mariano Tenconi Blanco. "Las dos diosas", de Ezequiel Díaz. "La cita eterna", de Julieta Timossi.
Las obras de Mariano Tenconi Blanco me encantan. Personajes hermosos, estructuras dramáticas muy bien construída y un conocimiento del universo femenino que sorprende. Me pasó con “La vida extraordinaria” y con “Las cautivas” meses antes de empezar este newsletter. Ahora vi “Quiero decir te amo”.
Varias cartas de amor y un diario íntimo se entrecruzan en un homenaje precioso al amor y a la escritura. Una obra creada alrededor de la idea de que el amor es un lenguaje entre dos, y que existe en la medida de que esas dos personas nombran ese amor. Decir te amo para que el amor exista.
Es una obra divertida, entretenida, poética, muy inteligente. Y con excelentes actuaciones. Lucía Adúriz y Violeta Urtizberea crean un mundo interior y lo exhiben sin modestia. Ahí están sus personajes: pasionales, contradictorios, enamorados, lastimados, vivos. Hablan desde las entrañas, con histrionismo. Dos desconocidas que se encuentran por accidente.
La sensibilidad y el delirio conviven en un texto que no tiene desperdicio. Puedo decir con total seguridad que Tenconi Blanco está entre los mejores dramaturgos de esta época.
Como en otras de sus obras, Ian Shifres compuso la música y esta vez también toca en vivo. Un lujo. Además de disfrutar de una obra, escuchás a un gran pianista.
La última función del año es este sábado a las 18 en Teatro Picadero. Retoman el 10 de enero.
Otra de mujeres
Comparten teatro desde hace 30 años. Azul Lombardía y Lucila Mangone hacen “Las dos diosas” en Cultural Morán. Teatro under y a la gorra para reírse de principio a fin y olvidarse un rato de los golpes de este año.
Dos hermanas se juntan a poco de cumplirse el aniversario de la muerte de su madre. Tienen algunas cosas para decirse y les encanta recordar. Se quieren y se tironean, se elogian y se critican. No paran de hablar. Sacan temas sin agotarlos ni agotarse. La política, los hijos, las diferencias de clase, el sexo, los pequeños placeres de la vida. Te reís y enseguida salen con otra cosa que te corre la risa para otro lado.
Todo es un disparate absoluto. Un vínculo disfuncional donde lo emocional parece estar al borde del estallido pero los pensamientos las distraen permanentemente hacia un nuevo delirio.
Actuaciones muy divertidas de dos actrices que se conocen mucho y que se ve que hacen esto porque, primero que nada, para ellas es una fiesta y una alegría. El público lo agradece.
Queda una función este domingo, pero ya vi en la página de las entradas que está agotado.
La eternidad en 15 minutos
Volví a Microteatro. Si nunca fuiste, tenés que conocer esta movida. La idea surgió en Madrid en 2009 y se replicó en varias ciudades del mundo, incluida Buenos Aires. Es una mezcla de bar, comida y teatro. Son obras de 15 minutos para unos 15 espectadores, en salas mini que te permiten ver actuaciones bien de cerca. Las obras se van renovando mensualmente en torno a un tema definido. Podés ver una o más obras la misma noche, parando para comer o tomar algo y con la posibilidad de entrar a la sala con tu trago.
Este mes se está desarrollando el Festival Emergente, con artistas sub 30. Vi “La cita eterna”, una producción de Teatro Moscú, la escuela de la que ya hablé mucho porque soy fan (y alumno, je).
La obra, escrita y dirigida por Julieta Timossi, propone una cita muy particular: el encuentro entre la muerte y un vampiro. Si fluye y hay amor, la muerte se distrae y se detienen los fallecimientos. Un disparate, sin dudas. Una idea original, con una estética muy definida y muy buenas actuaciones de Gaspar Hernández y Lali Falabella.
Se puede ver los martes y domingos a las 23, 23:30, 00 y 00:30. Vi esa sola porque fue un plan con amigos y priorizamos juntarnos a charlar y tomar ahí mismo. Acá está toda la programación.