El encuentro en y por el teatro
La lluvia seguirá cayendo, de Oscar Barney Finn y Marcelo Zapata. Los ángeles urgentes, de Sergio Sabater.
“Crecer, quizás, no sea más que amontonar verdades propias. Ir dejando de lado, paulatinamente, las verdades de los otros para poner en su lugar las nuestras”.
Subrayé ese texto hace un tiempo. Es de la conmovedora novela “Papá”, de Federico Jeanmaire. La leí hace unos años, cuando mi padre todavía vivía. Hay libros que se te quedan para siempre. Otros duermen en algún lugar de los recuerdos y un día suenan como un llamado silencioso.
Volví a abrir esta novela cuando llegué a casa luego de ver una función de “La lluvia seguirá cayendo”, escrita por Oscar Barney Finn y Marcelo Zapata.
Es una obra ideal para quienes disfrutan de un relato estructurado con esas categorías que enseñaban en la escuela: comienzo, nudo y desenlace. Un texto redondo, muy bien escrito y conmovedor.
Con diálogos creíbles, pone en escena el vínculo de un padre con un hijo. Es la historia de un reencuentro después de 20 años en un taller de pintura en Buenos Aires. Una relación llena de vacíos y tensiones no resueltas. Las vidas de estos hombres son difíciles y el intento de reconstruir el vínculo suma nuevas dificultades. Un ida y vuelta de palabras, algunas que sostienen como una caricia y otras que duelen como un cachetazo. La verdad se abre camino entre dos adultos mientras hablan de la familia, el arte y la libertad individual.
Los actores Osvaldo Santoro y Pablo Brunetti logran en esta puesta una química notable. Te mantienen alerta, generan intriga, ocultan cosas mientras ventilan otras. Dos actuaciones muy buenas. Lo más importante es que te la creés. Los personajes están ahí, se comunican, les ves el pensamiento además de oír sus palabras. Sentís que estás espiando la intimidad de los personajes.
Es de esas obras que te pueden sacar una lágrima y que te impulsan a pensar sobre tu propia vida y la importancia de ciertas presencias afectivas, o de sus ausencias.
En el libro de Jeanmaire también marqué esta frase: “Tal vez la relación entre padres e hijos no sea otra cosa que una infinita cadena de tácitos tratados de paz”.
En su segunda temporada, la obra está con doble función, los sábados a las 18:30 y a las 20.30 en el Teatro Becket. Quiero destacar que me gustó mucho la escenografía de Daniel Casamayor.
¿Me quedé a dormir en ese teatro? No, casi. Porque al día siguiente tenía previsto ver la última función en esa sala de “Los ángeles urgentes”, un proyecto de una de las cátedras de la materia actuación de la Universidad Nacional de las Artes (UNA).
Con dramaturgia y dirección de Sergio Sabater, la obra tiene muchos puntos en común con “A la fábrica!”, un trabajo previo del mismo director que vi el año pasado y que también comenté en este newsletter.
Lo más impactante de la propuesta es la cantidad de actores y actrices en escena. Diecinueve jóvenes arman una maquinaria física de alto impacto visual.
Hagan lugar porque quiero nombrar al elenco completo: Camila Cahn, Agustín Calderone, Camila Capello, Francisco Cottet, Ana Belén Faginas, Gabriel Gómez, Karina Iazurlo, Juan Lucas Luzardo, Ailu Maser, Sabrina Paz Masseri, Federico Mazzeo, Guadalupe Monzón, Clementina Mourier, Agostina Petrollini, Isamar Portilla Chacón, Catalina Refi, Melina San Juan, Iván Sardo y Florencia Soto Bouhier.
“Los ángeles urgentes” es una obra pensada de atrás para adelante porque pone en primera fila el mensaje. Un mensaje altamente político.
Con el foco puesto en lo coreográfico y con el apoyo de imágenes audiovisuales que parten del arte y derivan en lo documental, el grupo homenajea a las antiguas brigadas internacionales de la guerra civil española pero para hablar de la crisis local, de la represión como parte del plan del gobierno actual, y para hacer un llamado a no quitar los ojos del sufrimiento de los demás.
El próximo domingo habrá una función especial de esta obra en la UNA como parte del Festival ENTRÁ (Encuentro Nacional de Teatro de Resistencia Activa), una movida que tendrá lugar del 3 al 9 de julio para visibilizar el estado de alerta del sector frente al decreto que desmantela el Instituto Nacional del Teatro (INT), con funciones a la gorra de 350 espectáculos en todo el país.
La comunidad teatral está organizada en defensa de la cultura nacional. Porque sin el INT no hay premios, ni salas, ni obras. Porque es urgente. Porque es urgente.
Te dejo acá toda la programación y acá el Instagram del festival.
Entrá, participá y corré la voz.